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lunes, 24 de octubre de 2011

Twitter y yo...

Esta entrada no la he escrito yo, hoy tengo el placer de contar con la colaboración de mi amiga y paisana Ruth. Le pedí que escribiera para mi y lo ha hecho con todo el interés. Disfrutad de ella...

Twitter y yo: una visión periodística…o no.

Este se ha convertido en el segundo post que escribo para blogs ajenos, ambos conocidos por Twitter. Estef, además de descubrir que somos paisanas, me ha descubierto y por supuesto yo a ella, a sus tuits y a este espacio, que me parece una idea estupenda. 

Me pidió, y yo accedí, a escribir un post sobre mujeres periodistas, Twitter y la relación con esta red social. Por supuesto pregunté cuál sería la perspectiva, porque a mi me gusta escribir –siempre que puedo- en primera persona. Ella, sin dudar, me dio el OK y aquí estamos. 

Soy mujer, estos no hace falta que lo aclare. Soy periodista, licenciada en Periodismo por la Facultad de Ciencias de la Información (UCM). Hace tanto de aquello, que ya ni recuerdo como era. Cuando comencé la universidad en 1993, como todos, quería cambiar el mundo de la comunicación; pero como casi siempre, son otros los que se encargan de ello. 

Twitter ha cambiado mi mundo, si. ¿Por qué decidí ser tuitera? Me gusta estar al día de lo que se cuece en el mundo. Me gusta la tecnología y tener Twitter es ser parte de ello. Me gusta la comunicación y la interacción, y Twitter otra cosa no, pero interacción toda la que quieras. Pero sobre todo di de alta mi perfil de Twitter porque necesitaba estar informada. Las jornadas laborales de los nuevos trabajos hacen que ni tiempo tengas para escuchar las noticias. 

Me paso el día fuera de casa. Me levanto, pongo las noticias en la televisión y al rato salgo a la calle. En la oficina, la radio es mi B.S.O. para seguir informándome, pero Twitter es mi fuente particular de noticias. Ahí, a un clic o un movimiento táctil, tienes todo en tu smartphone. 

Mi perfil es personal. En él no incluyo nada del trabajo que desempeño, por decisión propia. Mi TL es mi escaparate, es lo que soy, es lo que pienso, mi ideología, es a quien sigo, lo que me interesa, y eso, a mi empresa, no le interesa. O yo lo veo así. 

Al principio ataqué tímidamente, con cautela, hasta casi vergüenza diría yo. No daba ni los buenos días. Yo, la reina de la educación que odia a los maleducados. Poco a poco he ido soltándome, haciéndome un hueco –bueno o malo, no lo se-, adquiriendo mis rutinas y viendo que lo que digo, hay gente a la que le interesa y todo. Cuando te llega un mail diciendo que @X ha enviado un retuit a sus N seguidores, sonríes.  

Muchos periodistas entre seguidores y seguidos; por supuesto las grandes cabeceras de información: El País, El Mundo, RTVE, Informativos Telecinco, Cadena Ser, PR Noticias, la Asociación de la Prensa de Madrid; perfiles culturales y musicales y también muchos que no tienen que ver nada con el mundo de la comunicación, pero que sin embargo comunican como el mejor.

¿Por qué me gusta? Por ejemplo, porque como me pasó este verano cuando estaba de vacaciones en Guayaquil (Ecuador) me enteré, antes que amigos que estaban en Madrid, que Camps iba a dimitir en rueda de prensa. Recuerdo que una amiga, a la que contacté vía Whatsapp no tenía ni idea. Le expliqué: “claro, no sabes nada porque la
comparecencia no está siendo en directo. No lo han permitido. Te enterarás en diferido”. ¿A cuántos kilómetros podría estar? Miles, y sin embargo estaba más cerca que otros.

Me gusta también porque sin esta red social, sería imposible conocer gente –e interaccionar sin parecer una loca- que en otras circunstancias, casi te costaría la vida. Si, estas viendo los Desayunos de la 1, las Mañanas de Cuatro, el telediario, leyendo su artículo, su editorial, su blog o cualquier otra manera de manifestación comunicativa y entablas una conversación, que a veces llega incluso a convertirse en amistad, más allá de ser colegas de profesión.

Me gusta porque si te metes en conversaciones ajenas, no pasa nada. Es normal y está aceptado. Es como mandar un DM a tus seguidores o que ellos te lo manden a ti. No pasa nada, no se piensan cosas extrañas, es únicamente comunicación.

Me gusta porque te ayuda a ser rápido, no sólo moviéndote al ritmo de los tuits que inundan tu TL segundo a segundo. Te hace pensar, ser conciso, claro, y hacer que cada frase tuya sea un titular. Sólo tienes 140 caracteres para transmitir, para llamar la atención, para resumir, para construir… Sólo lo consigue el morse, la taquigrafía o similar, pero de eso no todos entendemos.  

Creo, que desde que soy tuitera, pienso más rápido. En serio. Se agudiza la ironía, el sentido del humor, la contundencia en una respuesta, una afirmación o una pregunta. Puedes llegar incluso a descubrir (y ser descubierto) cuando alguien no está en su mejor día, cuando está triste, eufórico, cuando le inunda la melancolía o cuando tiene un problema laboral-personal-ideológico.

No suelo tuitear muchas cosas personales, eso lo guardo para mis DM. Quizá con el tiempo, tímidamente de nuevo, vaya haciéndolo sin sentir que estoy desnudando el alma. 

Si quieres seguirme en Twitter, búscame, soy @rutims. 

Ha molado ¿no?. Hasta la próxima.

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